domingo, 13 de septiembre de 2015

FAO destaca el valor nutritivo de los insectos


13 de mayo, 2013 — Un informe de la FAO y la Universidad holandesa de Wageningen afirma que los insectos son una fuente importante y de acceso fácil de alimentos nutritivos y ricos en proteínas.

Según el texto, los insectos forman parte de las dietas tradicionales de al menos 2.000 millones de personas. Su recolección y cría pueden generar empleos e ingresos en efectivo, sobre todo a nivel familiar.

Con cerca de un millón de especies conocidas, los insectos representan más de la mitad de todos los organismos vivos clasificados hasta ahora en el planeta.

La investigación afirma que los seres humanos consumen en el mundo más de 1.900 especies. Los más degustados son los escarabajos, las orugas, las abejas y las hormigas, los saltamontes, las langostas y los grillos. 

Muchos insectos son ricos en proteínas y grasas buenas y tienen un elevado contenido en calcio, hierro y zinc. La carne de vacuno tiene un contenido de hierro de 6 miligramos por 100 gramos de peso, mientras que el contenido en hierro de las langostas varía entre 8 y 20 mg por 100 g de peso en seco.
            
                                             


¿Qué es la entomofagia?

La entomofagia es el consumo de insectos por los seres humanos. La entomofagia se practica en muchos países de todo el mundo, pero principalmente en regiones de Asia, África y América Latina. La ingesta de insectos complementa la dieta de aproximadamente 2.000 millones de personas, y se trata de un hábito que siempre ha estado presente en la conducta alimentaria de los seres humanos. Sin embargo, hasta hace poco la entomofagia no había captado la atención de los medios de comunicación, las instituciones de investigación, los chefs y otros miembros de la industria alimentaria, los legisladores y demás organismos que se ocupan de la alimentación humana y animal. El Programa de Insectos Comestibles de la FAO también analiza las posibilidades que brindan los arácnidos (arañas y escorpiones, por ejemplo), si bien, por definición, en este caso ya no hablamos de insectos.

¿Por qué insectos? 

El uso de insectos como alimento comporta un buen número de beneficios de carácter ambiental, sanitario y para los medios social y de vida. 
Por ejemplo: 

Ventajas ambientales 

• Los gases de efecto invernadero producidos por la mayoría de los insectos son probablemente inferiores a los del ganado convencional. Los cerdos, por ejemplo, producen entre 10 y 100 veces más gases de efecto invernadero por kilogramo de peso. 

• Los insectos pueden alimentarse de residuos biológicos como residuos alimentarios o de origen humano, abono y estiércol, y pueden transformar estos residuos en proteínas de alta calidad, que a su vez pueden utilizarse como piensos. 

• Los insectos utilizan mucha menos agua que el ganado tradicional. Los gusanos de la harina, por ejemplo, son más resistentes a las sequías que el ganado. 

• La cría de insectos depende menos de la tierra que la actividad ganadera convencional. 

Beneficios para la salud 

• Los insectos proporcionan proteínas y nutrientes de alta calidad en comparación con la carne y el pescado. Los insectos son especialmente importantes como complemento alimenticio para los niños desnutridos porque la mayor parte de las especies de insectos contienen niveles elevados de ácidos grasos (comparables con el pescado). También son ricos en fibra y micronutrientes como cobre, hierro, magnesio, fósforo, manganeso, selenio y cinc. 

• Los insectos plantean un riesgo reducido de transmisión de enfermedades zoonóticas (enfermedades que se transmiten de los animales a los humanos) como la H1N1 (gripe aviar) y la EEB (enfermedad de las vacas locas).

Beneficios para el medio social y los medios de vida 

• La cría y la recolección de insectos pueden ofrecer importantes estrategias de diversificación de los medios de vida. Los insectos pueden recogerse directamente del medio de manera sencilla. Apenas se necesitan medios técnicos o inversiones importantes para adquirir equipos básicos de cría y recolección. 

• Los miembros más pobres de la sociedad, como las mujeres y las personas sin tierra de las zonas urbanas y rurales pueden encargarse de recoger los insectos directamente del medio, de cultivarlos, procesarlos y venderlos. Estas actividades pueden comportar una mejora directa de la dieta y aportar unos ingresos derivados de la venta del exceso de producción como alimentos de venta callejera. 

• La recolección y la cría de insectos pueden generar oportunidades empresariales en las economías desarrolladas, en fase de transición y en desarrollo. 

• Los insectos pueden procesarse para servir como alimento humano y animal con relativa facilidad. Algunas especies pueden consumirse enteras. Los insectos también pueden convertirse en pasta o molerse para hacer harina, y también pueden extraerse sus proteínas.

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miércoles, 2 de septiembre de 2015

EL CLON, un cuento de ciencia ficción



Extraído del libro Lengua 6 - Santillana

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