martes, 13 de octubre de 2020

LA PROBLEMÁTICA MINERA

Los países desarrollados usan enormes cantidades de minerales para abastecer sus diversas y poderosas industrias.  Generalmente no les alcanza su producción local por lo cual lo compran en el exterior.  La Unión Europea, Estados Unidos, Japón y China consumen gran parte de la producción mineral total del planeta.  Para satisfacer esta demanda se ha multiplicado la inversión minera, creando grandes emprendimientos de explotación, lo que se denomina megaminería. 

Este tipo de explotación minera produce impactos negativos sobre el medio ambiente y la población:

- modificación del paisaje:  destrucción de cerros, creando grandes cráteres y formación de montículos con los escombros del material removido.  

- uso de sustancias que pueden ser muy contaminantes (ácido sulfúrico, arsénico y cianuro).

- utilización de gran cantidad de agua, que puede comprometer el abastecimiento de las zonas cercanas y correr peligro de contaminación.

- alto consumo de energía.

- uso de explosivos para romper la roca, liberando al aire gran cantidad de polvo que afecta la respiración de los seres vivos, además del impacto acústico. 

- uso de grandes extensiones de territorio, produciendo desplazamiento de la población con pérdida de las fuentes laborales. 

- incremento de las protestas de la población generándose conflictos violentos. 

Sin embargo también tiene aspectos positivos:

- la exportación de minerales representa un ingreso de dinero muy importante. 

- genera inversión que mejora la economía.

- crea nuevas fuentes de trabajo. 


RECURSOS DEL SUBSUELO PARA LA INDUSTRIA

La producción industrial comprende todas las actividades necesarias para transformar materias primas en productos manufactureros que luego serán utilizados o comercializados. 

Por ejemplo, la refinería de petróleo de ANCAP usa como materia prima petróleo y, mediante diferentes procesos industriales, produce combustibles como gasolina, gasoil, fueloil, keroseno y supergás. 

Una parte muy importante de la materia prima de la industria mundial se extrae del subsuelo, especialmente combustibles fósiles, materiales de construcción y minerales. 

Los combustibles fósiles más usados son el petróleo, el carbón y el gas natural.  Su importancia radica en que a partir de ellos se obtiene la energía necesaria para el funcionamiento industrial y de consumo humano. 

Los materiales de construcción, generalmente, se explotan a cielo abierto en lo que se denominan canteras, de las que se extrae:  pedregullo, calizas para fabricación de cemento portland, yeso, cal, granitos y mármoles para revestimientos. 

La mayoría de estos materiales son abundantes y se encuentran cerca de la superficie terrestre, lo que facilita su extracción y transporte.  Su explotación genera la pérdida irreversible del suelo, dejando grandes pozos improductivos y muchas veces peligrosos para los vecinos.

En general los minerales no se encuentran puros  en la naturaleza, sino formando parte de rocas lo que obliga a remover grandes cantidades de material para extraer apenas unos gramos del mineral.  En el caso del oro, la relación oscila entre 1 y 4 gramos por tonelada de roca removida. 

Los minerales se pueden clasificar en minerales metálicos y no metálicos. 

Los minerales metálicos son de gran importancia porque de ellos se obtienen metales que se usan en la base de la producción industrial.  Por ejemplo, con hierro y carbón se fabrica acero.  Otros minerales metálicos son explotados para obtener cobre, plomo, aluminio, cinc, plata, platino, oro y uranio. 

Dentro de los no metálicos se usan fosfatos y nitratos como fertilizantes, cloruro de sodio (sal) para uso alimentario, azufre y los ya mencionados como materiales de construcción. 


EL SUBSUELO

Cuando hablamos de recursos del subsuelo nos referimos a los materiales útiles para la sociedad que están debajo del suelo.  Las rocas están formadas por minerales;  cuando uno o varios de ellos se encuentran en gran cantidad se extraen para uso humano. Los lugares donde se encuentran estas concentraciones de minerales con posibilidad de extraerlos se denominan yacimientos. 

Una vez extraídos no hay una renovación posible y por tal motivo se les considera recursos no renovables o agotables. 

La explotación de los yacimientos minerales se realiza en minas, que pueden ser subterráneas cuando se desarrollan debajo de la superficie terrestre o a cielo abierto cuando se hace desde la superficie. 

Poner en actividad una explotación minera industrial requiere de grandes cantidades de dinero, uso de tecnologías especiales, mano de obra calificada y no calificada, mucha energía, buenas vías y medios de comunicación y mercados donde vender la producción. En general, los países de América Latina no tienen la capacidad de realizar inversiones de este tipo, por lo que son realizadas por empresas extranjeras.  

Los estados, que son dueños del subsuelo, mediante un contrato autorizan a la empresa a extraer minerales.  En esos contratos se establece:

- la ubicación de la mina. 

- el tiempo que durará la autorización.

- la inversión que realizará. 

- los impuestos que se pagarán.

- cómo será la producción y la comercialización.

- las condiciones laborales de los trabajadores.

- aspectos medioambientales que se deben preservar.