2015 - AÑO INTERNACIONAL DE LOS SUELOS
¿Qué es el suelo?
El
suelo es la capa delgada de material que se encuentra en la superficie de la
Tierra. Es un recurso natural que consiste en materiales erosionados y
orgánicos, aire y agua. Al ser el medio en el que las plantas se establecen y
crecen, su función más universalmente reconocida es apoyar la producción de
alimentos. El suelo aporta nutrientes y agua que son absorbidos por las raíces
de las plantas y que contribuyen a la regulación del agua y los gases
atmosféricos, y por lo tanto juegan un papel importante en la regulación del
clima.
¿De qué está hecho el suelo?
Como
sistema natural dinámico, los suelos están formados por los siguientes
componentes: partículas minerales inorgánicas (arena, limo y arcilla, grava,
piedras y roca), materia orgánica, aire, agua y organismos vivos. La
contribución específica de los diferentes componentes al sistema del suelo
tiene un efecto importante sobre sus funciones y depende del tipo de suelo, y
de los factores relacionados con su formación. De su composición también pueden
formar parte materiales fabricados por el hombre.
¿Cómo se forman los suelos?
Hay
muchos factores diferentes que se unen para crear los suelos, y el proceso
puede tardar miles de años en llegar a un equilibrio. Los principales factores
que dan forma al suelo son: el clima, la topografía, el sustrato geológico, el
tiempo y los factores biológicos (plantas, animales, microorganismos y seres
humanos). Las diferentes combinaciones e intensidades de los factores que
forman el suelo llevan a diferentes tipos de suelo.
¿Es cierto que el suelo es un recurso no renovable?
El
suelo se considera un recurso no renovable, ya que no se renueva a una
velocidad suficiente en la escala de tiempo humana. De hecho, un centímetro de
suelo puede tardar cientos de miles de años en formarse desde la roca madre.
¿Por qué son importantes los suelos?
Los suelos son un recurso clave para el bienestar
humano, fundamental para la creación de una serie de productos y servicios
ecosistémicos esenciales
- Los
suelos son la base para la producción de alimentos, fibras, combustibles y
medicamentos.
- Los
suelos absorben, almacenan, alteran, purifican y liberan agua, tanto para
el crecimiento de las plantas como para el abastecimiento hídrico.
- Los
suelos interactúan con la atmósfera a través de la absorción y emisión de
gases (por ej. dióxido de carbono, metano, vapor de agua) y polvo.
- Los
suelos constituyen la mayor reserva de carbono orgánico terrestre (más del
doble del carbono orgánico almacenado en la vegetación).
- Los
suelos regulan los ciclos del carbono, el oxígeno y los nutrientes de las
plantas (N, P, K, Ca, Mg, etc.)
- El
suelo es el hábitat de diversos animales y organismos como bacterias y
hongos, y por lo tanto mantiene la actividad biológica, la diversidad y la
productividad.
- El
suelo es el hábitat para la dispersión de semillas y la diseminación
del patrimonio genético.
- Los
suelos amortiguan, filtran y moderan el ciclo hidrológico.
- Los
suelos son la plataforma para asentamientos urbanos y se utilizan como
material de construcción.
¿Cómo contribuyen los suelos a la seguridad alimentaria?
¡El
suelo es donde comienza la alimentación! Se calcula que el 95% de nuestros
alimentos se produce directa e indirectamente en nuestros suelos. Por tanto, la
disponibilidad de alimentos se basa en los suelos. Los alimentos saludables y
de calidad sólo puede producirse en suelos sanos. Un suelo vivo y sano es un
aliado crucial para la seguridad alimentaria y la nutrición.
La
degradación del suelo es la reducción de su capacidad para proporcionar bienes
y servicios ecosistémicos y garantizar sus funciones durante un período de tiempo
para los beneficiarios de los mismos. La degradación del suelo se manifiesta de
diversas formas: erosión del suelo, salinización, agotamiento de los
nutrientes, pérdida de la biodiversidad del suelo, contaminación, compactación,
pérdida de materia orgánica, o sellado del suelo, entre otras.
¿Es la degradación del suelo un problema global?
Los
estudios señalan que cerca del 33 % de nuestros suelos se enfrenta a una
degradación de moderada a grave. El ritmo actual de degradación de los suelos
amenaza la capacidad de satisfacer las necesidades de las generaciones futuras,
a menos que se revierta esta tendencia a través de un esfuerzo concertado hacia
la gestión sostenible de los suelos.
¿Qué es la salud del suelo?
La
salud del suelo es su capacidad para funcionar como un sistema vivo. Los suelos
sanos mantienen una variada comunidad de organismos que ayudan a controlar las
plagas de enfermedades de las plantas, insectos y malezas, y forman
asociaciones simbióticas beneficiosas con las raíces de las plantas. Los suelos
sanos reciclan nutrientes esenciales para las plantas, mejoran la estructura
del suelo —con repercusiones positivas para el agua del suelo y la capacidad de
retención de nutrientes— y en definitiva, incrementan la producción agrícola.
Un suelo sano no contamina el medio ambiente, sino que contribuye a mitigar el
cambio climático al mantener o incrementar su contenido de carbono orgánico.
¿Cómo hacen crecer las plantas los suelos?
Los
suelos apoyan el crecimiento de la planta, aportando anclaje, oxígeno
suficiente, humedad y nutrientes. Además, el suelo protege las raíces de las
fluctuaciones drásticas de temperatura, amortiguando sus alteraciones.
Los
fertilizantes enriquecen el contenido de micro y macronutrientes del suelo. Sin
embargo, el uso excesivo de fertilizantes puede resultar en la contaminación
del suelo y el agua.
¿Qué puedo hacer para proteger los suelos del planeta?
Para proteger los recursos de suelos del planeta es
importante:
- Prevenir
y revertir la degradación del suelo.
- Practicar la gestión sostenible del suelo.
- Prevenir
la contaminación del suelo.
- Evitar
el sellado del suelo.
- Combatir
el cambio climático
- Reducir
la huella de carbono
- Conservar
e incrementar la cubierta vegetal.
- Detener
el desperdicio de alimentos.
- Correr
la voz sobre la importancia de los suelos.
Los
suelos proporcionan un conjunto clave de servicios de ecosistémicos
fundamentales que son cruciales para nuestro bienestar. A pesar de su papel
crucial, durante mucho tiempo no se les ha dado importancia. Teniendo en cuenta
que la presión humana sobre los suelos está llegando a
límites extremos que ponen en peligro nuestro futuro, hay una necesidad urgente
de concienciar sobre la importancia de este recurso estratégico.
Etiquetas: ciencias de la naturaleza, Geografía
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